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El pasado viernes 6 de septiembre, la Escuela Primaria Albergue N° 262 del Paraje Guañacos, en colaboración con la Comisión de Fomento del Paraje, llevó a cabo una significativa Cabalgata Histórica bajo el nombre «Fortín Los Guañacos».
El evento, que comenzó a las 11:00 hs, marcó el cierre de un emocionante proyecto institucional titulado «Rastros de un Fortín», diseñado para conectar el pasado con el presente a través de actividades prácticas y significativas.
Ana López Miño, directora de la escuela, destacó la importancia de la cabalgata como un broche de oro para un proyecto que ha entusiasmado a toda la comunidad. La iniciativa no solo buscó revivir la historia del Fortín Guañacos, fundado en diciembre de 1879 durante la Conquista del Desierto, sino también fortalecer la identidad comunitaria y cultural.
El fortín, ubicado estratégicamente en la margen izquierda del río Guañacos, desempeñó un papel crucial en el control del tránsito de los pasos fronterizos Pichachén, Buta Mallín y Alico.
La Cabalgata Histórica permitió a los participantes sumergirse en el pasado glorioso de su región, siguiendo los senderos que una vez recorrieron sus antepasados. Desde adultos hasta niños, los asistentes tuvieron la oportunidad de conectar con la historia de una manera tangible y emocional.
En cada paso de los caballos, y con cada ráfaga de viento que acariciaba sus rostros, los participantes viajaron espiritualmente hacia el pasado, reflexionando sobre su identidad, sus tradiciones y la memoria colectiva de su comunidad.
El evento no solo sirvió como un recorrido físico hacia las ruinas del Fortín Guañacos, sino también como una experiencia enriquecedora que permitió a la comunidad experimentar la historia de manera directa.
López Miño subrayó que la presencia de aproximadamente 70 personas, incluyendo alumnos y miembros de la comunidad, fue fundamental para el éxito de la actividad. La directora expresó su satisfacción por la participación y la oportunidad de poner en valor los puntos históricos de la región.
El Fortín Guañacos, que en enero de 1881 fue asaltado por unos 500 jinetes armados con rifles en un combate encarnizado contra el pequeño destacamento militar a cargo de Eliseo Boer, ha sido desde 1943 un lugar histórico nacional declarado por la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos (CNMMyLH). Este reconocimiento refuerza la relevancia histórica del fortín, ligado directamente a la Conquista del Desierto.
La Cabalgata Histórica no solo permitió revivir un capítulo crucial de la historia argentina, sino que también fomentó un sentido de pertenencia y orgullo entre los participantes, reafirmando la importancia de mantener vivas las tradiciones y la memoria histórica de la región.
