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Sergio Gómez, un veterinario comprometido con la salud animal, emprendió una labor solidaria que tocó todos los corazones de los crianceros del norte del Neuquén.
En una entrevista en AM Cumbre 1400, Gómez compartió detalles sobre su iniciativa de brindar atención médica de forma gratuita a perros, caballos y otros animales de trabajo que viven en condiciones difíciles en la región.
«Me ofrecí solidariamente, sin ánimo de lucro, para colaborar con los crianceros«, contó Gómez. Esta propuesta nació de su experiencia como veterinario y el deseo de ayudar a quienes, como los crianceros, dependen de sus animales para el sustento diario. Con el apoyo de la empresa distribuidora de productos veterinarios, Tarazi logró reunir antiparasitarios, pipetas y antibióticos para poder atender a los animales de la zona.
A lo largo de su travesía, el veterinario se encontró con un panorama mucho mejor del que había anticipado. «La gente del criancero ama a sus perros y caballos, saben que son su herramienta de trabajo«, explicó en el programa «Contigo Pan y Cebolla».
Muchos animales estaban en buen estado, con una alimentación adecuada gracias a los crianceros que les proporcionaban comida equilibrada. Sin embargo, no faltaron las necesidades, como desparasitar a los animales y tratar problemas comunes, como espinas en las patas o irritaciones en los ojos. En uno de los casos más delicados, Gómez atendió a un perro con un problema ocular, al que pudo curar con medicación adecuada.
A pesar de los esfuerzos, el veterinario solidario no pudo atender a todos los animales. «En la zona hay unos 250 crianceros y, si consideramos que cada uno tiene entre dos y tres perros, hablamos de aproximadamente 1500 animales«, mencionó. Sin embargo, la atención fue masiva, logrando cubrir una gran cantidad de perros y otros animales.
Durante su recorrido, también tuvo la oportunidad de conocer a crianceros con historias conmovedoras, como una mujer de 68 años que, a pesar de su edad, cuidaba sola a más de 300 chivas y tres perros. «La sociabilización entre los crianceros y los animales es algo impresionante. Es un trabajo conjunto que va más allá de la simple relación de dueño y animal«, destacó.
Uno de los aspectos más gratificantes de su trabajo fue la colaboración de la comunidad local. El doctor relató cómo, tras su visita, la gente lo esperaba con entusiasmo, «nos estaban esperando para revisar a sus animales«. Además, destacó el cálido recibimiento que tuvo en cada lugar, con detalles como la invitación a compartir tortas fritas y mate, un gesto de hospitalidad que lo hizo sentir muy bienvenido.
El veterinario también recibió apoyo de empresas, que le proporcionaron los insumos necesarios para llevar a cabo la campaña. «Los antiparasitarios y las pipetas que me dieron fueron de excelente calidad. Calculando el costo, creo que me regalaron entre 3 y 4 millones de pesos en productos«, mencionó.
Con el objetivo de seguir expandiendo su labor, Gómez planea contactar a la Facultad de Veterinaria de la Universidad Nacional del Comahue, para involucrar a estudiantes en futuras actividades de voluntariado. «La idea es que los estudiantes puedan hacer pasantías en esta zona y aportar su granito de arena en la salud animal«, comentó con entusiasmo.
Además, no solo agradeció a la comunidad y a las autoridades que lo apoyaron, sino que también expresó su satisfacción por haber podido ayudar. «Es un programa espectacular, y la verdad es que, si no hubiera sido por el apoyo de todos, no hubiera podido conocer estos lugares y ayudar a tantos animales«, concluyó.
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